Lo positivo y también lo negativo de nuestro tiempo son las especializaciones… Obviamente y en alguna medida las especialidades deforman el pensamiento de los especialistas, ya que con frecuencia ellos no suelen observar el todo sino la parte o el sector en los que realmente son competentes y en los que fueron formados… Así, es usual que se trate un problema con un enfoque muy parcializado y muy analítico, en lugar de encararlo en forma global y completa considerando todos los aspectos del mismo y todos los efectos posibles… Por cierto y por otra parte, los especialistas y los súper especialistas son absolutamente necesarios en nuestros días, dado que la humanidad ha hecho avances considerables, y dado que el conocimiento ha llegado a niveles tales de complejidad y de extensión, que es imposible que sea abarcado por una única persona, por más sabia y competente y culta que ella sea…
La conclusión lógica de estos señalamientos, es que los generalistas así como los profesionales competentes en dos o más especialidades son ellos absolutamente necesarios… Por otra parte también es absolutamente necesario que todos tengamos una cultura general muy extendida, formación que indudablemente debería ser impartida en la enseñanza media, y en alguna medida reforzada por la educación terciaria y por la educación no formal (y por la educación no especialmente reglamentada, heterogénea en cuanto a objetivos educativos y en cuanto a temáticas y en cuanto a tiempo de estudio, y no organizada en carreras o en grados con equivalencias bien establecidas)…
Y aquí nos hemos ubicado en el ojo de la tormenta… La educación y particularmente la educación media, muchas veces no tiene los contenidos curriculares más acertados pues peca por omisión, pero por otra parte la propia concepción de la misma tiene tendencia a parcializar los conocimientos y a dividir los mismos en materias a efectos de la capacitación y de la evaluación, cosa que tampoco favorece el abordaje posterior de los problemas con un acercamiento integral y holístico…
Joan Bardina Castarà, también conocido como Juan Bardina Castará (27 mayo 1877 – 10 julio 1950), concebía la educación como un proceso integral, o sea como un emprendimiento que debía ser dirigido a la formación del educando en todos los aspectos, en todas las facetas del ser, y llevando adelante este proceso en una forma armónica, equilibrada, y con adecuada coordinación y complementación de las distintas concepciones y teorías…
De allí que las preocupaciones de Juan Bardina no desdeñan como objetivos educativos áreas tan importantes como la sociología o la economía o incluso la educación sexual y familiar o la educación espiritual y religiosa, tanto por la importancia en sí que tienen estas temáticas, como por el frecuente descuido en el tratamiento de las mismas durante el proceso de la educación formal, durante el proceso de la educación institucionalizada y reglamentada…
En sus escritos y en sus reflexiones, Juan Bardina por ejemplo insistía una y otra vez que la formación en relación a la economía debía integrarse al quehacer educativo, dada la importancia que esta temática tiene para todos en el día a día, y visto que el principal objetivo educativo debería ser el fomento de la persona humana en todos sus aspectos, lo que implica cuidar que ningún área del conocimiento quede notoriamente desatendida durante el proceso general de enseñanza-aprendizaje…
Y a efectos de reafirmar lo dicho con alguna cita específica, corresponde destacar que en 1923 y en el diario “La Unión” de Valparaíso, Juan Bardina afirmaba que los jóvenes y sus progenitores tenían una preferencia marcada por las profesiones liberales y literarias así como por el intelectualismo, y esta veneración y admiración un tanto provinciana predisponía notoriamente hacia la burocracia y hacia el politiquerismo, en desmedro de otras importantes actividades tales como por ejemplo la agricultura y la ganadería, la minería, la industria, y las especialidades artesanales y obreras… Ya a principios del siglo XX Juan Bardina afirmaba enfáticamente que cada día más se prestigiaba al burocratismo y a las profesiones universitarias, y se desvalorizaba socialmente a las personas que no perseguían y que no desarrollaban estas orientaciones laborales, estableciéndose así una fractura en el reconocimiento social laboral que sin duda podría aparejar perjuicios y consecuencias negativas de diversa especie al propio constructo social, al propio entretejido social, al propio sector productivo…
Juan Bardina sin duda fue un formidable y destacado humanista, que luchó ardua y pacientemente a favor de la cultura, y a favor de los valores espirituales, y a favor de una formación científica bien integrada con la cultura general y con una adecuada percepción de nuestra estructuración social y de nuestra dimensión humana…
La inquietud pedagógica de Juan Bardina se situaba y ordenaba en torno a la formación del individuo como ser pensante independiente, por oposición a una educación pasiva y enciclopedista, que según su opinión la más de las veces formaba esclavos intelectuales, formaba ciudadanos muy poco innovadores, así como muy conservadores, y muy adheridos al orden instituido y a los paradigmas vigentes… Indudablemente los alumnos deben ser los verdaderos protagonistas de sus aprendizajes, decía este destacado pedagogo catalán, y los profesores y maestros deben servir principalmente para estimular la reflexión y la autocrítica y el pensamiento maduro de los educandos, en cierta medida guiando el proceso educativo al propio descubrimiento, en cierta medida también señalando enfoques complementarios que eventualmente pudieran haberse dejado de lado, como por ejemplo el origen etimológico de las palabras, como por ejemplo la evolución histórica de ciertos conceptos y/o de ciertas percepciones sociales y/o de ciertos ordenamientos jurídico-institucionales, etcétera…
Juan Bardina expresó y redondeó sus recomendaciones hace ya más de sesenta años atrás, y a pesar de ello sus palabras y sus ideas aún tienen vigencia… Por tanto no es tiempo perdido explorar en sus escritos periodísticos y académicos, pues de allí con certeza aún pueden extraerse conclusiones útiles… La etapa latinoamericana de este destacado pensador es bien presentada por el investigador chileno Jorge Villagrán Garnham, por lo que recomendamos sinceramente la exploración del sitio web cuya dirección electrónica se indica seguidamente: http://www.estudiosbardina.cl/
No escapará al lector que el centro de estudios académicos y sociales fundado por Agustí Chalaux de Subirà adoptó precisamente el nombre de Joan Bardina, y esto por cierto tiene un adecuado fundamento…
Como se dijo en los párrafos precedentes, Joan Bardina pretendía impulsar una pedagogía formadora de ciudadanos capaces y autónomos, portadores de un pensamiento crítico e innovador para que así pudieran ser artífices de la necesaria renovación y de la necesaria reconstrucción de nuestras estructuras sociales y de nuestra vida en sociedad… Y precisamente el pensamiento de Agustí Chalaux se orientaba a esto, se orientaba a proponer un proyecto social integral, holístico, completo, que pudiera representar un importante paso adelante en nuestro ordenamiento social y en la resolución de los grandes males sociales de nuestra época…
En el año 2009 el Centre d’Estudis Joan Bardina cumple sus veinticinco años de actuación ininterrumpida en pro de la difusión de las ideas del citado investigador catalán Agustí Chalaux, y en conmemoración de esta grata fecha ha desarrollado un interesante material didáctico consistente en un impreso y un DVD, al cual ha dado por título “La moneda telemática”… Los contenidos allí recogidos discurren sobre la historia de la moneda como instrumento de ordenamiento social, así como sobre otros aspectos de la propuesta social defendida desde Barcelona por el Centro de Estudios Juan Bardina, tales como por ejemplo necesidad de instrumentación de una renta básica, necesidad de un cambio fundamental en la naturaleza del dinero para hacer que esta herramienta social deje de ser anónima y desinformativa, pasando a ser nominativa, digital, y con información adjunta que permita un conveniente seguimiento de todas las cadenas de transacciones (pagos, transferencias, cumplimiento de obligaciones)… Así, se podría dar solución a las grandes problemáticas de nuestra época, a las cuales con toda evidencia hoy día no estamos dando adecuada solución desde la perspectiva del grupo social, desde la perspectiva de la sociedad en su conjunto… El porte de los problemas a los que actualmente nos enfrentamos sin duda rebasa los límites de lo admisible, por lo que bien podríamos decir que la humanidad se encuentra al garete, por lo que bien podríamos decir que la humanidad es caótica y desordenada y sin un rumbo cierto… Y el proyecto social de Agustí Chalaux pretende dar una respuesta factible y adecuada a esta situación…
El material recién aludido está siendo ampliamente distribuido tanto dentro de España como fuera de ese país, especialmente en instituciones de enseñanza media y de enseñanza terciaria, así como en bibliotecas, en centros culturales, e incluso en instituciones sociales que tengan un merecido prestigio y un buen enraizamiento (una buena articulación) con la sociedad civil…
En muchos casos este material se entrega en forma absolutamente gratuita, dado que el ya citado Centro de Estudios Joan Bardina es una institución de bien público y de orientación académico-social, muy orientada a favor de la educación, y en pro de la construcción de un mundo mejor, más racional, más equitativo, más justo, donde las riquezas y las oportunidades se encuentren más paritariamente distribuidas entre los distintos grupos humanos y entre las distintas naciones del mundo…
Quienes específicamente se interesen en el recién citado material didáctico, podrán dirigirse a los buzones electrónicos cuyas direcciones se indican seguidamente…
1 Marc Sansalvadó Chalaux
2 Joan Parés Grahit
3 Llorenç Martos
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