sábado, 1 de noviembre de 2008

Hacia un sociojusticialismo


Es conveniente oponerse a ciertas prédicas neoliberales, en la medida que ellas sugieran la conveniencia de una amplia y extendida retracción de las intervenciones y de las reglamentaciones del Estado, a efectos de supuestamente así permitir una más amplia libertad de acción a los emprendedores privados…

Las intervenciones y las regulaciones del Estado en las finanzas y en la producción, evidentemente pueden realizarse ellas de maneras muy variadas y muy diversas…

En esta materia, por ejemplo (1) el Estado podría acordar subsidios a ciertas actividades si es que ellas tienen claros beneficios sociales… o por ejemplo (2) el Estado podría acordar asesoramientos técnicos y/o protecciones especiales a ciertas actividades nacientes… o por ejemplo (3) el Estado podría impulsar el fortalecimiento de ciertas cadenas productivas así como la conformación en áreas estratégicas de conglomerados empresariales, a través de una conveniente y de una generosa política crediticia, y/o a través de incentivos impositivos, y/o a través de asesorías técnicas, y/o a través de la implantación de una inteligente e impuesta fijación de precios-sostén, etcétera, etcétera…

Si bien es cierto que también en algunos casos se obtienen muy buenos resultados económico-productivos cuando se da una muy generosa libertad de acción a los emprendedores privados y a los distintos agentes económicos, también es indiscutible que en buena medida dicha libertad de acción es perfectamente compatible con una sana y amplia intervención por parte del Estado, en lo concerniente a la definición de las políticas socioeconómicas y financieras que se entiendan como más convenientes y más justas…

Más aún, un país que tenga un fuerte grado de institucionalización y de regulación, casi siempre suele ser muchísimo más favorable para el desarrollo socio-productivo… que otro país en donde el Estado se encuentra reducido a atender las necesidades más básicas en cuanto a soberanía, a seguridad pública, a justicia, a educación pública, a infraestructuras públicas, a sanidad y salud, y también en cuanto a la propia conformación del sector financiero, y en cuanto a la conducción de la muy necesaria articulación diplomática-comercial con todos los otros países de este planeta…

Por tanto sería muy conveniente tratar de impulsar y de apoyar ciertas prédicas neosociales, que sugieren (A) promover una mayor incidencia del Estado en la orientación de los asuntos económico-productivos, así como también (B) promover una más equilibrada y más justa distribución de la riqueza, de los recursos, y de las oportunidades…

Pero atención… pero atención, no se puede incidir de cualquier forma sobre la distribución de los ingresos y de la riqueza, ya que también es de toda justicia retribuir de una mejor manera… (1) a quienes hagan un mayor esfuerzo por ahorrar y por producir riqueza de algún tipo… así como (2) a quienes dediquen un mayor tiempo al trabajo… así como (3) a quienes asuman mayores riesgos e incomodidades… y así como (4) a quienes a través de su propio comportamiento laboral y de su propio comportamiento consumidor, pudieran obtener un balance más adecuado, o un mejor equilibrio, o un mayor saldo positivo…

Por cierto está muy bien que un país aumente su gasto social, ya que presumiblemente ello atenuará las diferencias sociales y ello reducirá los casos de marginación social y de pobreza extrema, pero para que el gasto social sea empleado con eficiencia y con justicia, se necesita tener una muy buena infraestructura informativa de base, y también se necesita que las ayudas sociales aumenten su grado de ajuste y de personalización a cada caso, para que así ellas se adapten mejor a las necesidades de consumo de cada quien, a los ingresos de cada quien, a las capacidades personales y habilidades de cada quien, y a los recursos materiales y financieros que cada quien pudiera disponer…

Y por cierto… todos esos objetivos sociales sin duda convenientes y trascendentes… y esa base social informativa mejorada y ampliada… muy posiblemente sólo podrán llegar a ser una realidad plausible y conveniente… en la medida que el dinero sea manejado de una manera diferente y novedosa, para así poder aprovechar al máximo la capacidad informativa y de gestión que potencialmente este instrumento tiene…

Pensemos todos nosotros en relación a estas ideas… ya que… ya que el tema lo vale... Reflexionemos todos nosotros en lo que concierne a estas cuestiones... ya que... ya que el dinero telemático podría llegar a ser una herramienta de incalculable valor en cuanto a potencialidad transformadora…

Pensemos todos nosotros en lo que respecta y en lo que concierne a estas novedosas sugerencias y a estos novedosos enfoques… a efectos de que entre todos podamos implantar un verdadero justicialismo social… a efectos de que entre todos podamos construir una nueva estructuración social muchísimo más solidaria y muchísimo más equitativa que la actual…

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